miércoles, 7 de diciembre de 2016

La pregunta



La duda del Capitán Beto descolocó a Multivac. Nunca había demorado tanto en dar una respuesta exacta a una pregunta sencilla.

Los cálculos matemáticos más complejos, las predicciones demográficas o ecológicas que deparaba el futuro, por nombrar algo, eran interrogantes que no tardaban más de unos segundos en encontrar a una contundente resolución de Multivac.

Pero en este caso, algo era diferente. La computadora ya iba por el segundo minuto de recolección de información sin llegar a una conclusión final.

- Multivac, ¿Por qué se extinguieron los Seres Humanos?

Lo primero que pensó fue en las divisiones causadas por la política. Pero ni la cuarta Guerra Mundial pudo con los Humanos.

Luego indagó en el sistema educativo de los descendientes del eslabón perdido. Pero los innumerables problemas de las denominadas "Escuelas" no habían desencadenado el fin de la especie.

Así llegó a revisar en la cultura. Buscó en el nacimiento del cine, en programas de radio, en sus emisoras, en la música que pasaban. Tampoco. Aunque la calidad no siempre era la mejor, nada tan terrible como para destrozar al Planeta Tierra.

Dentro de las noticias que publicaban los diarios, que eran bastante preocupantes, no encontró el problema.

Ya había pasado más de una hora y media (en unidades terrestres) y el Computador Universal no podía responder la pregunta del Capitán. Sólo en segundos había determinado el motivo del inicio y fin de miles de millones de especies de cientos de Galaxias. Pero con ésta en particular tardaba más de lo esperado. De hecho, nunca obtuvo la respuesta.

Multivac era una máquina, la mejor. Pero sólo una máquina. Las computadoras no tienen sentimientos, por lo tanto no pueden comprender el motivo del fin de los Seres Humanos: El Amor.